El origen y la importancia de la Democracia en Atenas para los ciudadanos.
Hay maneras distintas de etiquetar la idea de democracia, ya que puede ser parlamentaria, asamblearia, directa, popular o participativa. Cada una de éstas y otras etiquetas aporta un matiz concreto a la idea fundamental, que no es otra que el gobierno del pueblo. Sin embargo, hay un acuerdo general sobre el origen histórico de la democracia, ya que fue en la Atenas de Pericles en el siglo V a. C cuando se instauró por primera vez un sistema de gobierno en el que no mandaban unos pocos sino que todos los ciudadanos intervenían en el gobierno de la ciudad.
El modelo ateniense es la referencia universal para el conjunto de sistemas democráticos que actualmente existen
Los ciudadanos de la polis de Atenas tenían conciencia de pertenecer a una comunidad independiente antes de que se instaurara la democracia tras el periodo de los Treinta tiranos.
Todos los ciudadanos participaban en la asamblea, también conocida como ecclesia. En ella se deliberaba sobre los asuntos del gobierno de la ciudad. En este sentido,
solamente los gobiernos actuales de los cantones suizos tienen un sistema semejante al de los atenienses.
Democracia ateniense es el nombre del sistema político democrático desarrollado en la ciudad-estado (polis) griega de Atenas, en el siglo VI a. C. a partir de las reformas de Clístenes alrededor del 508 a. C. hasta la supresión de las instituciones democráticas a causa de la hegemonía macedonia en 322 a. C. El sistema timocrático establecido en Atenas por la Constitución de Solón en el año 594 a. C. se considera su antecedente.
Atenas fue una de las primeras ciudades en establecer la democracia (aunque algunas investigaciones antropológicas sugieren que, probablemente, los comportamientos democráticos fueron habituales en algunas sociedades sin estado mucho antes de la época de esplendor de Atenas). Otras ciudades griegas también establecieron democracias, pero no todas siguieron el modelo ateniense y, desde luego, ninguna fue tan poderosa ni tan estable (o bien documentada) como la de Atenas. Sigue siendo un experimento único e intrigante en la democracia directa, donde la gente no elige a representantes para votar en su nombre, sino que desarrollaban la legislación y ejercían el poder ejecutivo de manera personal. No obstante, la participación no era ni mucho menos universal, pero entre los que participaban apenas influía el poder económico, y la cantidad de gente involucrada era enorme. Además, las opiniones de los votantes estaban notablemente influidas por las sátiras políticas realizadas por los poetas cómicos en los teatros.
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